domingo, 21 de septiembre de 2008


Aúlla el cielo bajo un coro de gotas de agua naciendo y muriendo tras un viaje en caída libre desde el cielo. Truenan verdades y se estrellan en la ciudad impasible a los gritos de pobreza y desigualdad de otros. Sonidos de persianas y cristaleras que dan la espalda a lo ajeno acompañan la creciente intensidad de la lluvia, de su furia; y encerrados en la penumbra continúan subsistiendo. Solo cabezas de niños se asoman inquietas por la ventana, a duras penas, pues les quedan muchos palmos por crecer para cuando apoyados en el alféizar miren la lluvia caer o sean ya demasiado mayores, demasiado adultos, que hayan perdido la curiosidad para ver llover, desde sus vidas entre rejas ya no alcanzan a oír los desgarrados gritos de su silencio.

1 comentario:

ángela dijo...

truenan verdades y se estrellan en la ciudad impasible..

sigue escribiendo asi mar..