jueves, 25 de diciembre de 2008


Escribirme, escribirte
en letras de sangre
escribirme, escribirte.
Hace ya que no soy yo
en soledad,
destapada, sin frío,
o al descubierto
sin herida.

Quiero, quiero
y no puedo.
Te diría, te diría
y no debo..

mujer de pies fríos,
manos frías
y llamas en mi cuerpo
allá por el corazón

y yo,
despacio
desnuda
entera
te libero, en cada latido

en cada latido

sábado, 13 de diciembre de 2008


Atardecer de hielo

El día 11 de diciembre, a las 7:00 de la mañana numerosos efectivos del cuerpo de policía nazional asaltó el C.S.O.A. La Fabrika de Hielo, en Churra, Murcia, sin previo aviso ni orden judicial. Durante el desalojo 5 compañeros y compañeras que se encontraban dentro se les retuvo durante dos horas, registrándoles e identificándoles una a una mientras el resto de policías registraba la casa. Posteriormente se les condujo a comisaría permitiéndoles sacar algunos objetos personales de la casa.
Este desalojo ilegal ha acabado con casi un año de okupación y lucha en este centro de la región de Murcia acabando también con todas las actividades que se realizaban en el espacio, de cara al barrio y a todas las personas que quisieron participar de una forma gratuita, desinteresada y en contra de este sistema, que intenta ocultar cualquier alternativa a la vida que nos ofrece (permite).
Las actividades que se han realizado en este centro desde el inicio han sido la recuperación y rehabilitación del espacio (abandonado durante mas de 10 años por gente que tiene además numerosas propiedades, negocios y posesiones); construcción de un horno de pan, jornadas de diversa índole: ecologistas, de arte flamenco, anarcofeministas, contra represión policial, hip-hop, anticapitalistas, de contrainformación, antitaurinas, en contra de las cárceles de menores y adultos, proyecciones semanales de cine y documentales del ámbito no comercial, talleres de reparación de bicicletas y jornadas de apoyo y solidaridad a otros centros sociales etc.
Todo esto, dentro del marco de la autogestión, demostrando así la posibilidad de autogestionar nuestras vidas, nuestra cultura e información, al margen de las concesiones de un Estado que intenta controlar cualquier atisbo de libertad y opinión diferente a la permitida por él. Demostrando también, que solo en un espacio de estas características se pueden realizar este tipo de actividades, o acaso ¿se han hecho alguna vez en un centro cultural o social institucionalizado?
Nos preguntamos también que tipo de influencias podrían tener los dueños y las dueñas (que estrechaban la mano amistosamente con la policía al acabar el desalojo) para que éste se llevara a cabo sin orden judicial con tal despliegue policial, además de presentar diversas irregularidades en el registro de la casa y la desaparición de materiales del centro social.
Si no hay orden judicial de desalojo, ¿quien ha movido los hilos para que se produjera?
A nosotros y nosotras no nos han proporcionado respuesta alguna, ni durante el desalojo ni en comisaría y en cambio nuestros cinco compañeros y compañeras que estaban dentro han sido citados el domingo 14 a las 10 de la mañana para declarar ante el juez en el Palacio de Justicia, juzgado nº 1 en Murcia.
Queremos dejar claro que este golpe que hemos sufrido no va a frenar nuestras ganas de luchar. Nuestra indignación es tal que alimenta nuestras fuerzas para seguir avanzando y crear nuevas alternativas a esta no-vida.

LAS IDEAS SE SUSTENTAN EN ALGO MÁS QUE SIMPLES MUROS!!!
HAN DESALOJADO CUATRO PAREDES, PERO NO NUESTROS CORAZONES!!

¡¡¡ÉCHALE HIELO A LOS SUEÑOS PARA QUE SIEMPRE ESTÉN FRESCOS!!!

¡¡LA FÁBRIKA DE HIELO SE TRASLADA A LAS CALLES!!
¡¡SEGUIREMOS LUCHANDO!!



PD: el próximo sabado 13 a las 17h. en la plaza de la glorieta (ayuntamiento de Murcia)
para demostrar toda nuestra repulsa a la represión que se ejerce hacia los espacios liberados que sirven como soporte a la libertad, la cultura, la imaginación…

domingo, 7 de diciembre de 2008

Revivo entre las solapas de un libro. Un cuento, o una historia de piratas, de islas sin tesoro, mujeres libertarias y patas de palo. Me remueven entre colores de arco iris en un cielo encapotado, fantasean entre sonrisas sin dientes y jugamos a apostarnos el tiempo. Gigantes de la mar, buques con sus cañones dispuestos. Al abordaje. Viajo en péndulo por el aire, por encima de las aguas profundas, donde yacen ya cuerpos rendidos al vaivén de las olas, vencidos por el abandono, se hunden, ingrávidos, en las tinieblas. Abajo, abajo... Con un puñal entre los dientes me zafo entre el acero famélico de los sables, embestidas y fuego de combate, se libra una batalla en cubierta. Cuerpos desnudos se baten en duelo, caníbales de piel, guerra, placer y júbilo. Gritos desatinados sedientos de cordura y gargantas dilatadas cantando al cielo, al rayo que parta nuestro sino. Brilla mi piel empapada de sudor salado, respiro del aire que empuja a los navíos, arriad banderas y alzad las velas en contra el viento. Coge fuerte el timón que venceremos hasta a las mareas. La quilla raja la corteza de agua helada, sangra como surge la lava cuando se abre la tierra, herida. Rumbo al escarpado oleaje, abrimos camino.

viernes, 21 de noviembre de 2008


Tras el cristal te calibro, para que cuando no me veas, cuando apartes tus ojos de mi quehacer o interrumpas tu perpetua vigilia, entonces saltar por la ventana, ágil como si por hábito me hubieran adiestrado. Maldita verticalidad. Obsesionado empeño de la voluntad que hizo detallar ese gesto cientos de veces, su recreación revivía la intensidad de mi mirar, recobraba el calor y el fuego para destruir con los ojos mil barreras, fríos muros de gruesa piedra. Soñaba hablar con el sol y dejar esta umbría espesa, oscura. Luz y viento del este entran por la ventana. Evoluciona el atardecer y el oeste trae la noche, mi cuerpo, lo humano. Ciegos de verdad, escucho la sensible claridad sin artificio, para lanzarse, entonces, al vacío. Caída libre hacia la tierra, escapar y solo detenerse para dar media vuelta y escupir a la autoridad. Caída libre hacia la tierra; y volar, mi libertad.

Y Ahora, cuando me observas, cuando sé que me ves y sabes que te veo, ahora cuando encendida la ira no espero a que no mires, no espero a que apartes tus ojos de mi hacer subversivo, es ahora cuando salto,
y me estrello contra el suelo.


Tiritando violenta
resquebrajaré tu firmeza
de hielo,
temblando valiente
de frío.

lunes, 17 de noviembre de 2008


No se qué aire te arrastra,
o cuál me arrastra a mí.
Envuélveme con tu olor
y no podré evitar seguirte
hasta encontrar tus ojos,
no podré evitar mirarte adentro
y luego tu boca, sonriendo.
Cerca tuya,
tu aliento es el mío,
y te respiro,
me inunda el aire que te arrastra,
se revuelven los vientos,
nos revolvemos,
con mi aliento
que es el tuyo
y el huracán nos envuelve fuerte,
nos arrastra ahora
el desenfreno.
Los labios juegan
y las manos adivinan la piel
y frío y calor en oleadas,
anegadas en ardor,
al balanceo heterogéneo,
al frío,al calor..

Pero nunca tibio,
nunca

domingo, 26 de octubre de 2008

Secó la tinta de mi corazón, secó porque no encuentro mis pisadas, las sombras ya no forman mi silueta, se me escapó. Me giro rápida para cazarte pero desapareces con el aire, evaporada. Te escondes en mi espalda, sombra oscura. Desearía la soledad pero llevo la condena de tus ojos; eternamente vigilada por tu mirada inquisitiva, vehemente. Confusa de no poder orientarme en este árido desierto de arena, de corrientes de vientos que se mezclan entre mi pelo, que me arrastran una y otra vez a su antojo y en balde sigo como un buitre acechando a su presa, un viaje en círculos concéntricos, observando avizor, a sabiendas de que no atacará, su vuelo será infinito hasta que un día caiga rendido, muerto. Quisiera ser arena, un pequeño granito de arena que vuele lejos, pasajero del aire, y en la parada Oasis, me deje. Bebería de su agua, bebería hasta saciarme, dejarlo seco para volar de nuevo hasta el siguiente. Bebería para resucitar a mi corazón sediento, bebería sangre para volverlo rojo.

martes, 23 de septiembre de 2008


Aguijones de agua nos apuñalaban para después, con caricias, resbalar por la cara. Inundamos los sentidos bajo esa lluvia fina, y así, empapados, reirnos de nuestro destino. Ycorrer mar adentro y luchar con las olas, mirar al infinito y ver bajar la marea abriéndonos camino, sonriendo al soñar con cambiar el mundo.


Peterborough 08

domingo, 21 de septiembre de 2008


Aúlla el cielo bajo un coro de gotas de agua naciendo y muriendo tras un viaje en caída libre desde el cielo. Truenan verdades y se estrellan en la ciudad impasible a los gritos de pobreza y desigualdad de otros. Sonidos de persianas y cristaleras que dan la espalda a lo ajeno acompañan la creciente intensidad de la lluvia, de su furia; y encerrados en la penumbra continúan subsistiendo. Solo cabezas de niños se asoman inquietas por la ventana, a duras penas, pues les quedan muchos palmos por crecer para cuando apoyados en el alféizar miren la lluvia caer o sean ya demasiado mayores, demasiado adultos, que hayan perdido la curiosidad para ver llover, desde sus vidas entre rejas ya no alcanzan a oír los desgarrados gritos de su silencio.

jueves, 4 de septiembre de 2008


Miré el reloj y pareció despertarme con una bofetada. Corriendo cogí la mochila y bajé a la calle. Se me hacía tarde y el frío de la mañana se colaba entre el abrigo, mientras yo con mala cara andaba apresurada por la ciudad aún dormida. Nunca se me hacía tarde, estaba sorprendida y enfadada conmigo misma. Cuando llegué ya había empezado el calentamiento y de inmediato me uní a mis compañeras. No hablábamos, y hoy más que nunca la voz de mi entrenadora marcando los tiempos martilleaba en mi cabeza, del uno al ocho y vuelta a empezar, con un tono monótono e impersonal. Nos vi reflejadas en el espejo, todas al compás, autómatas. Esta imagen día tras día, mi rutina, la disciplina.

Cogí el aro, era mi ejercicio preferido, el que prometía. Lo trabajaba perseverante y sabía que a veces mi entrenadora me observaba desde lejos, repetir un lanzamiento, una dificultad. Me miraba sonriendo y me llenaba de gozo como cuando alguna gota de sudor recorría mi frente, luego mi espalda y me veía terminar empapada, hasta magullada, pero satisfecha, tremendamente satisfecha con mi trabajo. Sabía que prometía, lo sabía. Ella había puesto toda su confianza en mí, en mi ejercicio, en un minuto y medio de mi vida. Debía alcanzar la perfección y no tener rival. Veía cuando las demás me miraban con envidia y al pasar por su lado desviaban la cabeza con descaro. La competencia era máxima y afilada, y en sus conversaciones lenguas de serpiente.

Me tocaba ya actuar, el silencio reinó la sala. Había aprendido a controlar los nervios, una actitud estoica me hacía impasible y fría, pero hoy me costaba concentrarme. Me notaba insegura y frágil, como aquellas gimnastas que fallan en su último lanzamiento, que se les cae el aparato cuando ya lo tienen en sus manos. Como esas que aún llenaban su cabeza con amigos, estudios o diversiones. Yo lo di todo, y viviré dándolo todo.
La música comenzó a sonar y aún no había apartado de mi mente esas cavilaciones inoportunas. Noté un temblor que me recorría los dedos de la mano, no estaba concentrada, no al cien por cien. Me invadió una inseguridad que me hizo errar el primer equilibrio. Iracunda continué. No encontraba hoy esa especie de metrónomo marcando el ritmo en mi cabeza para así hacer movimientos acordes con la música, fluidos y compenetrados a la perfección. Esta vez la oía lejana y apagada. Se me calló el aro de las manos, me enfurecí, y el siguiente lanzamiento lo tiré con rabia. Fallé. Mi entrenadora miró al suelo, y después de echarme un último vistazo se levantó y con un movimiento de mano cesó la música. Paré, respiraba entrecortadamente, menos por el cansancio que por el miedo que se iba apoderando poco a poco de mí. La vergüenza y la sensación de haberle fallado me hirió pero fue ver en su cara una mirada de decepción y lástima lo que me hizo caer. Como si fuera otra más, otra derrota más.

Bajé la cabeza y me fui. Corrí lejos de ese mundo entre rejas y alcé la mirada al cielo. Por primera vez me pregunté que quería, por primera vez tuve conciencia de estar viva, no habían partidas de prueba, ésta era una aventura donde nadie te prevenía, y aprender de la experiencia era lo único a lo que te podías aferrar. Y estaba sola, lo había perdido todo. Ingenua hice de un deporte mi vida, que no me da nada, ahora que ya no me quedaba nada.
Andaba arrastrando los pies, rendida. Notaba el aro en mi hombro, me pesaba en el alma, un lastre insoportable. Lo apreté con fuerza, mire al frente y lloré.

domingo, 31 de agosto de 2008



La luna, cargada de luz blanca, alumbra en la oscuridad, transparente y sincera, con demasiada ingenuidad. Defiende su luz entre sombras y la ofrece, sin ánimo de lucro, a compañeros de viaje. Autónoma e independiente le gusta alzarse, pero teme la soledad, su luz solo es lo que desprende al calor de los que le arropan, el reflejo de la luz del sol.
Pinto de rojo los momentos, rojo fuego, rojo vida. Sintiendo las emociones lamiendo la piel como lengüetazos de fuego ardiente, mientras por dentro, con su calor, madurar al alma.
Quiero estar en la línea de fuego, construir con mis propias manos, alerta, y trato de superar la pasividad, arriesgar un poco más. Despreocupado a veces vuelan chispas despistadas, luego un incendio arde ante mis ojos destruyéndolo todo, y quedan en cenizas, los sueños.


Luna de fuego

sábado, 2 de agosto de 2008

Confusión y confianza, de tropezar sin caerme, de darte la mano y poder soltarme. Cuando te ríes, pícaro, me giro sin dar la espalda y me buscas, me abrazas, me miras, me desarmas. Luego yo, me miro, me siento, me busco. Un corazón empañado de miedos que late fuerte detrás de una espesura cobarde y prudente. Quiero arder, hacer desaparecer este frío seco que me envuelve. Como un niño, invento la realidad. Hoy quiero hacer realidad contigo. Temblando me acerco a tu latir. Te ríes, sonrío, me miras, me desarmas.
Carta a una niña que acaba de nacer


Querida niña:

Eres tan pequeña que apenas puedes abrir los ojos, por eso no conoces aún el hermoso regalo que te ha hecho la Naturaleza. Cuando crezcas, ella te necesitará para cumplir su misión. Tu voluntad y el amor convertirán tu vientre en un estuche capaz de contener la vida y tus pechos producirán el más completo de los alimentos.
Tienes en ti la capacidad de cambiar el mundo porque serás la primera educadora de futuras generaciones de seres humanos.
Sin embargo, todo lo valioso necesita ser conservado con esfuerzo y deberás estar preparada para la lucha.
Intentarán hacerte creer que la feminidad es un obstáculo para tu desarrollo personal. Te verás obligada a demostrar constantemente que no eres pasiva, débil ni cobarde y que tu capacidad para desarrollar eficazmente cualquier tarea no es inferior a la de tus compañeros varones. Es posible que algún desaprensivo intente robar tus caricias sin respetar tu libertad, que alguien considere tu esfuerzo laboral menos rentable por el hecho de ser mujer, que obstaculicen tus avances…
¿Te estoy preocupando? Pequeña no escuches mis palabras con temor, no debes asustarte.
También encontrarás hombres sensibles y buenos dispuestos a compartir su vida contigo. Ellos te mirarán con respeto y caminarán a tu lado sin apresurar o retardar el paso para no alejarse. Apoya en ellos tu rebeldía pero, por encima de todo, busca dentro de ti misma y no admitas actitudes paternalistas.
Cierra esos ojos, que hoy apenas puedes abrir, a la intolerancia, al egoísmo, la hipocresía y la incomprensión. Siente en la piel, como una sensación casi física, el orgullo de ser mujer porque, aunque es duro y difícil, también es una de las cosas más hermosas que puede sucederle a cualquier ser que despierte a la vida.
Cuando pasen los años y esas manos tan pequeñas sean capaces de acariciar con ternura, cuando esos labios que hoy buscan la cálida seguridad del pezón materno hayan aprendido a besar, sabrás toda la grandeza que la palabra mujer encierra. Te mirarás al espejo y verás reflejadas en él las inquietudes, las esperanzas y las decepciones de todas las mujeres que te precedieron.
Ahora descansa, crece y hazte fuerte porque muy pronto tendrás que revelarnos en esta lucha por una sociedad más igualitaria. Aprende a ser mujer y disfruta de ello sin renunciar jamás al puesto que te corresponde por derecho.
Se bienvenida a la vida y recibe de mi parte el más cariñoso y solidario de los besos.


Mª Ángeles Garcia-Maroto,
Texto extraído de “En la brecha”

sábado, 5 de julio de 2008


La primera palabra,
la primera palabra balbuceando y seguir vomitando. Incierta la verdad que discurre y se escurre por escondrijos de selvas o desiertos, hasta golpear clara y firme en la cara, sin sombra, destapada, bajo el torrente de un río feroz. Cataratas de hiel que hieren en las mentes y empapan de saber al corazón. Voy hilvanando letras en silencio pero se agota la madeja, se gasta, se acaba. Ahora quiero cantar, pero me falta la voz y una palabra, la primera palabra, la que se forma en las sílabas de tu nombre y que odio para poder esconderte en las sombras. Voy a dar a luz a un río que nunca llegará al mar. Desatino y se descubre la voluntad suicida de envejecer buscando la verdad que soy y que no encuentro.

Ando buscando al gato que me robó, se llevo mi lengua, mi palabra y mi voz.

jueves, 12 de junio de 2008

Salvaje

Déjame estallar,
detonar mi libertad
y esparcir lo que me ahoga,
tu silueta y tu mirar.
Déjame explotar la estabilidad,
que esta furia revuelva las olas,
tempestad, marejada y huracán.
Déjame gritar tu nombre a pulmón,
danzar en la ira del fuego,
cabalgar hasta encontrarme
y poder arrancar la espina ácida
que me clavaste. Sin titubear.
Y déjame con la herida sangrar la ciudad,
prenderemos su bienestar,
su ego, la rutina y la propiedad.
Quiero ser más animal,
que me siento salvaje,
reventarnos a besos
y echar a volar.

lunes, 9 de junio de 2008


Desengaño

Fuimos meros cigotos, fetos, pero antes incluso de la blástula, del espermatozoide o del óvulo, fuimos unos animales, unos monos, unos pavos, unos cerdos… eso que ahora no somos. Y que ironía, no imagino cuál sería el cambio si nos hubiéramos quedado todos como ratas. Ratas o cucarachas, incluso así seríamos los supervivientes para cuando la Tierra diga basta.
Es propio entonces pensar que es la moral, la cultura la que nos priva del animal que llevamos, por naturaleza, en nuestro interior. Es virtud del ser humano no mostrar las cualidades del (su) animal, del principio del placer, del determinismo de los instintos, de su egoísmo o lo que para nosotros ya no es problema, la lucha por la supervivencia.
Moral que nos dictan, moral que nos matan, cultura que nos determina, que ya no nos buscamos pues nos hace personas impersonales, esas que siguen las pautas dadas, establecidas, impuestas…
Tanta moral y tanta chorrada que nos reprime de instintos, de la simplicidad y belleza de las cosas, de la naturalidad, del sentido común. Así maquillan el valor propio de lo que nos rodea, volviéndolo artificial, enviciado, degradado, incomprensible…
Valores estúpidos, normas estúpidas, ajenas a nuestra realidad, a nuestra verdad, que nos hacen desear más y más, ser humano de ambición y adicción.
La moral es el papel de regalo que esconde al ser humano más animal que nunca.

No nos dejan ser libres.
A la mierda su moral.

domingo, 8 de junio de 2008

¿por qué llamas tontería a algo que para ti en realidad no lo es?

viernes, 6 de junio de 2008

No conozco el amor,
pero ronda en cualquier lugar, en todas las pantallas, proporcionando una categoría de artificial amante, que los valora y diferencia, ornamentando sus vidas. Amor, amante, enamorado. Tan vulgares, tan ufanos, tan sumisos.
No entendía el amor,
pero sentí el abrazo del bosque, la lluvia grácil que nutre el alma y la caricia transportadora del viento. Abstraída del ruido árido de esta ciudad, escuchaba absorta el silencio. Pude entrever nuevas voces. Era solo la humilde y poderosa libertad aclamando: “amor, amante, enamorado, forma parte de mí”.
No conozco el amor,
pero he susurrado sinceros te quieros al mar, aullado libertad a la luna, cantado al sol y sonreído a las estrellas,
pero no he conocido el amor,
ni la armonía de los cuerpos, la melodía que los invita danzar al mismo compás, donde destellos de luz dejan entrever su esencia cristalina, desnuda y acorde con el fuerte latir de ese amor transparente e infinito, que recorre la llanura inmensa del cielo, dejando la estela de su pasión. Se incendian los sentidos que queman los miedos. Tú y tú, y calor, calor…
Después silencio,
y equilibrio…

No conozco el amor,
pero amor, en ti creo.

martes, 3 de junio de 2008


Absorbiendo como esponja
un latigazo de sensaciones
hace vibrar a las indiferentes células
que habitan mi cuerpo.
Palpita el ser que se revuelve
descifrando lo que dice que es
perceptible hoy
que te veo cerca ,
que no te alejas.
Lo saben las mariposas del vientre,
el vello de la nuca
y hasta el sudor de las manos
hoy que te veo cerca,
que no te alejas.
LA INSPIRACIÓN

En ocasiones, cuando intenta
escribir y resulta vano
el empeño y se desespera
ante el hostil papel en blanco,
de pronto ocurre, por sorpresa,
después de mucho, mucho rato
de tentativas, de paciencia,
algo que no esperaba, algo
con lo que el cielo recompensa
sus sinsabores: un milagro.
Y, casi sin buscar, encuentra
la palabra justa, el vocablo
que necesita, la manera
de que lo oscuro se haga claro.
Surge la luz. Todo se ordena.
En el papel se posa el canto.
Y cuando al fin queda el poema
completamente terminado,
quien lo escribió, confuso, piensa
que no es verdad, que esta soñando.

Eloy Sánchez Rosillo



Quedó sin tinta
este papel seco de apatía
que pide a gritos su compañera
de berrinches y alegrías.

A falta de inspiración