lunes, 17 de noviembre de 2008


No se qué aire te arrastra,
o cuál me arrastra a mí.
Envuélveme con tu olor
y no podré evitar seguirte
hasta encontrar tus ojos,
no podré evitar mirarte adentro
y luego tu boca, sonriendo.
Cerca tuya,
tu aliento es el mío,
y te respiro,
me inunda el aire que te arrastra,
se revuelven los vientos,
nos revolvemos,
con mi aliento
que es el tuyo
y el huracán nos envuelve fuerte,
nos arrastra ahora
el desenfreno.
Los labios juegan
y las manos adivinan la piel
y frío y calor en oleadas,
anegadas en ardor,
al balanceo heterogéneo,
al frío,al calor..

Pero nunca tibio,
nunca

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