sábado, 2 de agosto de 2008

Confusión y confianza, de tropezar sin caerme, de darte la mano y poder soltarme. Cuando te ríes, pícaro, me giro sin dar la espalda y me buscas, me abrazas, me miras, me desarmas. Luego yo, me miro, me siento, me busco. Un corazón empañado de miedos que late fuerte detrás de una espesura cobarde y prudente. Quiero arder, hacer desaparecer este frío seco que me envuelve. Como un niño, invento la realidad. Hoy quiero hacer realidad contigo. Temblando me acerco a tu latir. Te ríes, sonrío, me miras, me desarmas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hoy, mientras tu descubres nuevos mundos, mientras conoces, aprendes y creces, él te espera sentado mirando por la ventana, esperando verte cruzar apresurada la calle, con prisa, con dudas, espera verte a tí. Y sonríe, nostálgico ante la dura espera que ha de afrontar.
Y seguirá ahi, para cuando vuelvas, para cuando necesites su abrazo.

juanan dijo...

esa foto me trae muy buenos recuerdos...
gracias