viernes, 28 de agosto de 2009

Soy incapaz de transmitir un pensamiento en bruto. Ya nada es original, ni innovador, ni innato. Las palabras hacen presas a las ideas, es como definir libertad. Este es el arte de reproducirlo con más o menos certeza. Podríamos intentarlo representando las descargas eléctricas que recorren el cerebro con la carga del pensamiento, las conexiones y fogonazos entre átomos y sustancias químicas. Un espectáculo de luz.
Pero no, yo trataba de arrancar alguna idea virgen, aquello que no haya sido envenenado con la moral adecuada. Soy incapaz. Total, seguro que ya lo venden en las tiendas, y en un par de años estará de moda.

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