domingo, 4 de julio de 2010
Ya no recuerdo los motivos que antes me hacían silbar palabras, cuando por fin alcanzaba la idea y exprimía la emoción. Me excitaba traduciéndome, agarrando lo que creía ser, para arrancarlo y mirarlo, tocarlo y probar su tacto y sus formas. Mi presencia se volvía más nítida y más intensa. No puedo mentirme. Ni soy más valiente, ni soy más hábil, ni más alcanza mi voz.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Oh, pero por Dios, qué mierda es esta?? Joder, para eso no escribas!!
TE HE DICHO QUE ERES UN POCO, UN POCO BASTANTE, GILIPOLLAS????
Es para matarte ¬¬
ajajaja
yo tambien te quiero enk
Publicar un comentario